Más de uno pensará que debíamos
haber formado esta Asociación mucho antes. Nosotros también lo pensamos.
Entonces, ¿por qué no se hizo y por qué ahora?
La noticia de la firma del
convenio supuso un shock para todos los trabajadores del que fue el Centro de Transfusión
de Cruz Roja. Se abrió un panorama de incertidumbre en el que no sabíamos qué
iba a pasar con nosotros. Se nos anunció que cesábamos nuestra actividad como
Centro de Transfusión, lo que implicaba el cierre de los laboratorios y que nos
quedábamos como única actividad con la extracción de sangre extrahospitalaria.
La confusión casi incapacitante a
la que nos vimos sometidos hacía muy difícil que alzáramos la voz más allá de
la defensa a pie de calle. Soportamos, aún hoy en día, insultos y agravios que hieren
nuestra dignidad como trabajadores y como personas. Pero aún es más doloroso
ver a un donante de sangre sumido en un desconcierto por los postulados de
quienes nos atacan a nosotros y a Cruz Roja de manera indiscriminada con mentiras
y verdades a medias.
Supusimos, entonces, que era
mejor no reaccionar, que el tiempo pondría cada cosa en su lugar y que nuestra
dedicación, profesionalidad y sensibilidad con la que hemos tratado a los
donantes de sangre durante tantísimos años aflorarían y la tormenta cedería.
Después de tres años, la mala opinión sobre nosotros sembrada por quienes
tienen un oscuro interés por desprestigiarnos a nosotros y a Cruz Roja, ha
echado raíces entre un sector de la población y consideramos que ha llegado el
momento de alzar la voz, de defender nuestros puestos de trabajo y de proporcionar
información veraz sobre nosotros y la actividad de la donación de sangre en
Cruz Roja.
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