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viernes, 30 de agosto de 2019

Sentencia del Tribunal Supremo. Los ecos y beneficios para los trabajadores de Cruz Roja

Desmontando las mentiras del artículo “Sangre, sudor y lágrimas por la donación de sangre en Madrid”, publicado en El País el día 3 de agosto

En 2013 la Comunidad de Madrid suscribió con Cruz Roja un convenio para coordinar (no externalizar) la donación de sangre en Madrid, hasta entonces gestionada por ambos Centros: el de Cruz Roja que llevaba funcionando en Madrid desde 1960 y el de la Comunidad de Madrid que se creó en 1988. Ambos extraían sangre extrahospitalaria, la procesaban, analizaban y distribuían a los hospitales madrileños de manera coordinada, pero con duplicidad de funciones que creaban ineficiencias.


Como consecuencia de este Convenio, tanto el Centro de Transfusión público como el de Cruz Roja perdieron parte de su actividad: Cruz Roja tuvo que cerrar sus laboratorios y dejar de distribuir sangre y el Centro de Transfusión de la Comunidad cedió su extracción extrahospitalaria. Con este acuerdo, 65 personas del Centro de Transfusión de Madrid y 45 personas de Cruz Roja vieron afectados sus puestos de trabajo, siendo reubicados en otros Centros o experimentado cambios funcionales. La Comunidad de Madrid, entonces, dejó de pagar a Cruz Roja los componentes sanguíneos que los hospitales públicos necesitaban y que hasta entonces no eran capaces de satisfacer por sí solos, y empezó a pagarle únicamente por bolsa de sangre extraída, obteniendo además unos ingresos económicos antes inexistentes derivados de la distribución de la sangre a todos los hospitales públicos y privados de Madrid. Gracias a este acuerdo a partir del año 2015 se alcanzó la autosuficiencia en el abastecimiento de la sangre en la Comunidad de Madrid, no teniendo que pedir sangre a otras Comunidades con el sobrecoste que esto suponía. (Véase Memorias de presupuestos de sanidad de la Comunidad de Madrid correspondiente a los años 2016 a 2018.  http://www.comunidad.madrid/gobierno/transparencia/presupuestos-anteriores ).


Los resultados de esta coordinación han sido satisfactorios para la Comunidad de Madrid (Véanse sus Memorias en el enlace anterior). La Comunidad ha pagado cerca de 38 millones de euros a Cruz Roja y no 60 millones como ha afirmado el abogado de ADECETMA, José Ignacio Juárez Chicote (El País 3 de agosto: (https://elpais.com/ccaa/2019/07/30/madrid/1564498251_127212.html). Es importante entender que la donación de sangre no tiene precio pero sí cuesta dinero. Por esa razón, para cubrir los costes derivados de la extracción de sangre, Cruz Roja ha recibido cerca de 38 millones de euros. En ningún caso se puede afirmar que esta cifra supone un sobrecoste para la Comunidad de Madrid. Muy al contrario, la extracción de sangre extrahospitalaria es ahora más barata, aunque sólo sea porque los salarios de la Comunidad de Madrid son más altos que los de Cruz Roja.


Asimismo, tampoco se puede afirmar que haya habido 120.000 bolsas menos, sino que la diferencia entre los objetivos iniciales y el número de bolsas extraídas se establece en función de las necesidades de los hospitales y sería irresponsable extraer más sangre de la necesaria. El objetivo de donaciones del Convenio que se acordó en su fase inicial resultó más elevado que las necesidades reales de sangre que se han ido planteando cada año. Los avances médicos, que hacen que se requiera cada vez menos transfusiones, y el esfuerzo realizado por los Hospitales Madrileños en sus campañas de donación de sangre, requieren la revisión y ajuste anual del objetivo de donaciones. Cruz Roja, en el ejercicio de su responsabilidad y compromiso con la sociedad,  hace que cada año, a pesar de suponer un déficit económico, evite  extraer más sangre de la necesaria para que no haya excedentes de componentes sanguíneos que caduquen y haya que tirar a la basura.


En 2013, con la firma del Convenio, un grupo de profesionales agrupadas en la Asociación de Empleados del Centro de Transfusión de Madrid (ADECETMA) decidió transformar su enfado por haber sido trasladados a otros Centros en una campaña de descrédito contra la Cruz Roja y que, como ya hemos mencionado, también supuso un coste laboral con 45 puestos de trabajo afectados. Hay un dato importante que mencionar a este respecto y es que la reubicación de los trabajadores del CTCM se realizó previo acuerdo firmado con el Comité de Empresa y que además no supuso pérdidas de empleo. A pesar de ello, en medio del apogeo de la Marea Blanca, esta Asociación enfocó su lucha laboral de “defensa del modelo público de hemodonación”, alarmando a la población respecto de la actividad de Cruz Roja en donación de sangre mintiendo y manipulando y diciendo que se estaba produciendo una privatización. A este respecto caben dos preguntas, cuya respuesta confirma lo dicho hasta ahora: ¿el sistema existente antes de la firma del convenio era 100x100 público? ¿Existía un único Centro de Transfusión público en Madrid o compartía esa actividad con otro Centro (el de Cruz Roja)?


Resulta sorprendente que en su defensa de lo público se hayan olvidado reiteradamente de la verdadera privatización de la donación de sangre que supuso la entrada de una Entidad mercantil (Grupo HM Hospitales) en enero de 2013 y que haya continuado pasando inadvertida la inauguración el pasado mayo de una nueva Unidad de extracción de sangre en el Hospital Universitario de Quirón.


Estos convenios son una parte más de este complejo engranaje de la donación de sangre en Madrid, donde todas las piezas son importantes y suman, pero es incomprensible que el foco de atención se dirija siempre al convenio firmado con Cruz Roja, mientras que los convenios firmados con HM Hospitales y Quirón, pasen inadvertidos en todos los foros, siendo la primera vez que entidades mercantiles se convierten en Unidades de Extracción de Sangre. (https://www.hmhospitales.com/prensa/noticias/unidad-de-donaci%C3%B3n-de-sangre-hm-hospitales, https://www.quironsalud.es/es/comunicacion/notas-prensa/quironsalud-madrid-convierte-nuevo-punto-donacion-sangre-co),


Aquí es importante resaltar la diferencia existente entre Cruz Roja, Institución Humanitaria sin ánimo de lucro, de derecho privado, de carácter voluntario, auxiliar de las administraciones públicas, respecto de las entidades mercantiles ya inmersas en la donación de sangre que, independientemente de que presten un servicio a la sociedad, su objetivo último y, por supuesto, legítimo es la obtención de rentabilidad financiera.


Se puede criticar la forma y el momento sensible en que se produjo el convenio pero no se puede hablar en ningún caso de mercantilización, más cuando hablamos de una Institución Humanitaria que se ha encargado de esta labor históricamente.


Cruz Roja en Madrid posee el aval de su trayectoria, siendo pioneros en la donación altruista y voluntaria, acercando la donación de sangre a los ciudadanos desde 1960. En la actualidad extrae en nuestra Comunidad casi el 50% de las donaciones de sangre.


Estamos en la era de la inmediatez y de la información a golpe de impulsos sin argumentos que la sostengan, donde la única verdad es la que llega a la emoción del que la recibe, consiguiendo así secuestrar su opinión. Los trabajadores del antiguo Centro de Transfusión de Cruz Roja, también tuvieron que unirse y salir en su propia defensa. Han tenido que soportar campañas de difamación, provocación, acoso y violencia verbal en pleno desarrollo de su trabajo.


El resultado de esta situación es que seis años después, continúa la batalla en defensa de la verdad. Seis largos y duros años tratando de desmentir los potentes mensajes falsos (como que Cruz Roja vende la sangre…) que han menoscabado su imagen de manera absolutamente injusta.


Respecto a la Sentencia de 24 de junio del Tribunal Supremo, hay que decir que gracias a ésta, Cruz Roja va a poder estar presente en el juicio y no ser un mero espectador en un proceso judicial en el que 150 trabajadores están directamente afectados. Es incomprensible que Cruz Roja no fuera demandada en su momento por ADECETMA en el contencioso-administrativo del año 2016. En cualquier caso, en el proceso abierto en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la Comunidad de Madrid por la firma del Convenio, le fue requerida a Cruz Roja diversa documentación que fue entregada sin dilación ante el Tribunal de Cuentas. 


La batalla jurídica por el modelo de la donación de sangre continúa. En ella se resolverá el futuro de nuestros puestos de trabajo. Esperamos que se pueda enjuiciar con mirada amplia, mirando y respetando el pasado de nuestro Centro y examinando con detenimiento lo sucedido en el resto de Comunidades donde también existía un Banco de Sangre de Cruz Roja (Palma de Mallorca, Cataluña, Asturias…) y se respetaron los puestos de trabajo, llegando a acuerdos diferentes en cada Comunidad, pero basados en la cooperación y colaboración y no en el enfrentamiento, asumiendo las CCAA afectadas la subrogación u otros tipos de acuerdo para respetar los puestos de trabajo. Estaría totalmente injustificado que en un futuro escenario de la donación de sangre en Madrid no se tuviera en cuenta a los 150 trabajadores de Cruz Roja, que actualmente ocupan este espacio, ofreciendo nuestro conocimiento y experiencia en donación de sangre y poniéndolo al Servicio de la Sociedad.

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