El día 27 de junio por la tarde,
en la campaña de donación de sangre de la Plaza República Dominicana de Madrid
sufrimos la agresión verbal y casi física de una mujer que decía ser
trabajadora del Hospital de La Princesa.
De manera casi compulsiva se coló
en el autobús de donación de sangre sin darnos cuenta y se fue hasta donde
estaban los donantes voluntarios y altruistas realizando uno de los actos
solidarios que más vidas salva a diario: donar sangre. Empezó a lanzar sus
palabras incendiarias contra nosotros y contra los donantes, tratando de
intimidarlos, contando las consabidas mentiras que estamos tan acostumbrados a
escuchar.
Los trabajadores de Cruz Roja que
en ese momento se encontraban en la Unidad Móvil, con respeto y educación, a
pesar de sentirse turbados, trataron de calmar a la mencionada mujer
invitándola a marcharse. Pero ésta se resistía e insistió en su discurso. Una
compañera que en ese momento atendía a los donantes, le pidió que dejara de
molestarlos y cómo respuesta obtuvo una negación. Sufrió un desagradable
forcejeo que la hizo sumirse en una situación de impotencia e indefensión al
observar que la mujer casi le agredía. Tuvieron que decirle que llamarían a la
Policía. Fue sólo en ese momento, cuando la señora decidió marcharse y no
volver.
Esta es la cosecha de la
difamación que hemos sufrido durante estos años, el acoso (destrucción de
nuestros carteles, boicoteo de nuestros avisos para donar en redes sociales),
los insultos y vejaciones (en la calle cuando trabajamos, en nuestras unidades móviles
como ayer, en nuestro entorno personal y social, colegio, comuniones, reuniones
familiares…), las agresiones en calle (bolsazos, gritos, empujones, bloqueando
la puerta impidiendo subir a los donantes) en redes sociales (Facebook, twitter,
contaminando nuestras cuentas) en medios (televisión, prensa tradicional,
prensa digital) de personas que han sido vilmente manipuladas de forma
continuada por aquellos con los que hemos colaborado desde que se fundó el
Centro de Transfusión público en el año 1988. ¿No es curioso que en estos 25
años de colaboración no se hayan quejado?
NO SOMOS DELINCUENTES, LA VENTA DE SANGRE ES ILEGAL EN
ESPAÑA, SOMOS TRABAJADORES DE CRUZ ROJA, INSTITUCIÓN HUMANITARIA AUXILIAR DEL
ESTADO Y LO QUE HACEMOS NO ES OTRA COSA QUE DAR UN SERVICIO PÚBLICO EN
BENEFICIO DE LOS CIUDADANOS DE MADRID.
SOMOS PERSONAS Y ESTAMOS TRABAJANDO.
¿Cómo puede ser que trabajadores de la Salud Pública
en el ejercicio de sus funciones y una vez fuera de su puesto de trabajo se
sientan con derecho a insultarnos, maltratarnos mientras trabajamos o cuando
acudimos como usuarios a un Centro de Salud?
¿Cómo puede la Administración permitir que estas
personas continúen lanzando mentiras en redes sociales, en centros de salud, en
hospitales… mientras trabajan o fuera del trabajo identificándose como
trabajadores de esos centros como si eso ratificara sus mentiras?
Desde ATUESCRE MANIFESTAMOS
nuestro total apoyo a la labor de nuestros compañeros, a su sensatez, aguante y
educación ante los malos momentos que tuvieron que vivir y a todos los que casi
diariamente vienen sufriéndolos.
DENUNCIAMOS tales actos
irracionales que sólo provocan malestar entre la población donante e insistimos
en nuestro lema: “Nosotros trabajamos, no peleamos” y estamos orgullosos de
formar parte de la Historia de la Donación de Sangre. Pese a quién pese,
nuestro Centro forma parte de la Historia de la Transfusión en Madrid y en España.
Sabemos que hacemos bien nuestro trabajo y vamos a continuar al servicio de los
ciudadanos.
DENUNCIAMOS el acoso que
continuamos sufriendo y lamentamos la insensatez de quienes dicen trabajar para
la sanidad pública de Madrid y nos agreden, sin tomar conciencia de la importancia
de nuestra labor durante tantas décadas, y sin importarles el hecho de que
mientras boicotean la donación de sangre en nuestros autobuses, un paciente
está necesitando una transfusión en cualquier hospital.
Nuestra actividad no es nueva
para nosotros; llevamos desde el año
1960 ejerciéndola con ejemplaridad y vocación de servicio. Cruz Roja es parte implicada en la donación
de sangre a nivel mundial junto a los poderes del Estado en más de 60
países, siendo el promotor más enérgico en la donación de sangre voluntaria que
es una de las características más importantes para conseguir una sangre segura.
Cómo ejemplo gráfico, este es el
mapa que recoge, aunque sólo parcialmente, nuestra presencia en el mundo
ayudando a los países a establecer un sistema de donación de sangre voluntaria
y no remunerada.